La obra de Paula Bonet se ha extendido por internet como la pólvora, tanto que en la actualidad le llegan encargos desde puntos tan dispares como México, Hong Kong o París. Pero en un principio la vida de esta joven ilustradora no se movía a tanta velocidad. Se licenció en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia y completó su formación en la NYU de Nueva York, la UPC de Santiago de Chile y en Dédalo Arte, Italia.
En sus comienzos pintaba al óleo, un trabajo pictórico que combinaba con técnicas de grabado. Sin embargo, se dio cuenta de que el proceso era excesivamente lento y resultaba bastante complicado integrar las imágenes con los fragmentos de texto. Estos impedimentos no encajaban con sus inquietudes artísticas por lo que decidió cambiar los óleos por la inmediatez del bolígrafo, las acuarelas y la tinta china. Y por lo que vemos, fue una decisión acertada.