Nos creemos muy modernos, nosotros que vivimos en el siglo XXI, pero por muy novedoso que suene, el crowdfundig (tal vez el vocablo inglés lo hace más impresionante) no lo hemos inventado nosotros. Es el mecenazgo de toda la vida adaptado a nuestros tiempos. Lo que los Médici hicieron por Miguel Ángel, Massacio, Donatello o Fra Angelico pero en forma de microcréditos y a través de internet.
En concreto, el crowdfunding o microcrédito es una cooperación colectiva puesta en marcha por personas o empresas que necesitan financiación u otros recursos para sus proyectos. Se anuncia a través de internet y se basa en la aportación de pequeñas o grandes sumas de dinero, a elección de los mecenas en cuestión, personas que pueden ser desde fans de un grupo de música hasta una organización.
Hay diferentes tipos de crowdfunding, aunque el más habitual es el basado en recompensas. En esta modalidad, quienes colaboran esperan obtener algo a cambio, ya sea que su nombre aparezca en los títulos de crédito de un videojuego o recibir obsequios y material exclusivo que no se va a poner a la venta.
Sin embargo, también existe la posibilidad de realizar donaciones, sin esperar ningún beneficio (más allá de la satisfacción de haber apoyado un proyecto interesante), invertir a cambio de acciones e incluso prestar dinero en lugar de un banco, cobro de intereses incluido. Son diferentes modalidades para un mismo concepto que está revolucionando el mundo de las ideas creativas.
Un buen ejemplo de las posibilidades del crowdfunding lo encontramos en la película Stockholm, ganadora del Goya 2014 al mejor actor revelación. El film recibió 13.050 euros de los 8.000 que pidió en un principio. Las donaciones, aportadas por un total de 244 mecenas, oscilaron entre los 5 y los 1.000 euros. La campaña, anunciada en la plataforma Verkami, fue todo un éxito.
Si tienes una idea que necesita un empujón, ¿por qué no pruebas suerte? Puedes empezar por visitar este listado de plataformas de crowdfunding en España.
Foto: Rocio Lara
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