En esta ocasión, la entrega anual de Matador está dedicada en su totalidad a Adrià, que fue elegido por la revista Time como una de las cien personalidades más influyentes del siglo XX. Este hombre llano y directo ha revolucionado la alta cocina moderna porque «tenía ganas de hacer el gamberro», según las propias palabras del que ya no sabemos si definir como chef, científico o visionario.